
Con más de 40 millones de estudiantes de nivel básico en colegios públicos y privados, México sigue ocupando el primer lugar en casos de acoso escolar desde 2014, siendo las secundarias las escuelas con mayor grado del mismo donde 7 de cada 10 jóvenes siendo víctimas de éste de acuerdo con cifras de la ONG, Internacional Bullying Sin Fronteras.
Podemos atribuir las cifras a la cultura machista y discriminatoria que existe en el país. El bullying en los salones se presenta como un tipo de abuso psicológico, verbal o físico hacia alguien por ser homosexual o parecerlo.
Apodos como “Nena”, “Marica”, “Mariposa”, “Puto”, “Maricón”, golpes, segregación, robo y vandalismo son algunas de las formas de agresión más comunes. La mayoría de las víctimas lo deja pasar o temen informar por vergüenza o porque temen no contar con el apoyo de sus maestros (en ocasiones son ellos los que fomentan estas prácticas de manera directa o indirecta) o incluso en su propio nicho familiar al sentirse incomprendidos por los mismos padres.
Ciertamente el bullying no es algo nuevo, e inclusive algunas personas lo ven como “algo normal” que cada joven tiene que pasar, pero esto debe cambiar. El cambio está en nuestro propio hogar y en la educación desde pequeños, muy difícilmente le cambia la mentalidad discriminatoria a la gente cuando es mayor, por eso hay que hacer algo desde ahora.
Formas de Prevención:
1. Educación a los padres y capacitación a los maestros.
2. Educar a la comunidad LGBT para que se respeten entre ellos.
3. Crear mejores sistemas de educación programas antibullying y de patrulla escolar.
4. Mayor atención por parte de padres y maestros hacia los hijos y/o alumnos.
5. Que los padres enseñen a sus hijos a ser tolerantes, empáticos y que les hablen de temas de sexualidad y aceptación.
6. Fomentar valores, tanto en la casa como en la escuela.
7. Poner más vigilancia en las escuelas.
8. Concientizar a los alumnos para que no se queden callados.
9. Crear redes de apoyo/ instituciones especializadas en bullying, o en su caso, dar a conocer las ya existentes.
10. Crear actividades lúdicas extracurriculares (o en su defecto usar las ya creadas) para que los agresores canalicen su ira.
11. Ponerles más atención a los agresores.
12. Educación acerca de la comunidad Lesbico-Gay-BiTrans y sexualidad.
13. Dejar la cultura machista.
14. Reforzar los lazos de compañerismo.
Así entonces, construir una familia, ya sea homoparental, hetero-normada o de cualquier tipo, conlleva la gran responsabilidad de educar a los hijos para inculcar el respeto, inclusión y amor sin importar factores como la preferencia sexual, condición social o cualquier otra situación que pueda ocasionar cualquier tipo de bullying.
Escrito por:
Edwin Morales Rodríguez
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